Antes de adentrarse en el mundo de la inversión, hay que realizar un ejercicio de autoconocimiento para descubrir qué perfil de inversor encaja más con nuestra situación y nuestro estilo de vida. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) define el perfil de inversor como la relación que existe entre los riesgos que se está dispuesto a asumir y los rendimientos que se espera obtener. La toma de decisiones de inversión estará fuertemente marcada por la relación entre estas dos variables, que serán las que nos ayudarán a crear una cartera a nuestra medida. Por eso, conocer nuestro perfil de inversor es muy útil para escoger en cada momento el producto más adecuado, aquel con el que nos sintamos más cómodos en función de nuestra tolerancia a las posibles pérdidas.
Conservador, moderado y arriesgado. ¿Cuál es tu perfil de inversor? Si estás dispuesto a soportar un mayor riesgo, obtendrás un mayor retorno. Si, por el contrario, quieres seguridad, invertirás en productos con menos rentabilidad
Generalmente, se aceptan tres tipos de inversor:
- Perfil de inversor conservador: esta clase de inversor busca seguridad ante todo. Su aversión al riesgo es muy alta, por lo que buscará un destino para sus ahorros que no le ocasione sobresaltos. Dado que riesgo y rentabilidad se relacionan de forma directamente proporcional, el rendimiento que obtendrá este tipo de inversor será muy bajo. Los inversores primerizos suelen dar sus primeros pasos contratando productos que no supongan una merma en el capital inicial. Dejando al margen los depósitos, que están exentos de riesgo y, por lo tanto, no constituyen un producto de inversión sino de ahorro, los inversores conservadores suelen dirigir su atención hacia la renta fija, que tiene un riesgo muy bajo. Esta clase de activos proporciona algo más de rendimiento que los valores de deuda pública emitidos por el Tesoro, que son muy seguros pero tienen poco recorrido en cuanto a rentabilidad.
- Perfil de inversor medio: dentro de este perfil se comienza a dar entrada a productos con un riesgo moderado capaces de proporcionar ganancias más atractivas. Es fundamental que, si se toma la decisión de dar un paso más y abrirse a otras opciones, se sea consciente de que quizá no se obtengan los rendimientos esperados porque los productos están sujetos a una mayor fluctuación. Igualmente, hay que estar preparado para deshacer posiciones llegado el caso. Para los inversores dispuestos a aceptar un riesgo moderado, la renta fija también ocupa una parte de la cartera, pero su peso va cediendo a favor de otros activos con mayor potencial de generar beneficios. Es el momento en el que se suele mirar hacia la bolsa, y no solo hacia empresas consolidadas, sino también hacia otras con menos trayectoria. En este sentido, se trata de ir más allá de los fondos indexados, destinando una parte de su capital a renta variable.
- Perfil de inversor agresivo: para este inversor la rentabilidad es lo más importante, por lo que no dudará a exponerse lo más posible si eso significa obtener a cambio un notable aumento en sus finanzas personales. A medida que va pasando el tiempo y se ganan conocimientos, experiencia y confianza dentro del mundo de la inversión, la posición se va volviendo más receptiva a productos donde la volatilidad marca las reglas del juego. Cuando el inversor decide apostar por operaciones más arriesgadas, lo hace con el foco puesto en elevar sus ingresos lo máximo posible. La renta variable adquiere un volumen más alto en su cartera que cualquier de los dos perfiles anteriores, dado que los productos que entran dentro de esta categoría son los más volátiles, siendo su correlación con el mercado muy fuerte. En cualquier caso, este perfil de inversor no pierde de vista la importancia de la diversificación, fundamental para evitar grandes descalabros.
Para escoger nuestro perfil de inversor, debemos tener en cuenta, no solo nuestra tolerancia al riesgo, sino también nuestra situación personal y financiera, además de nuestra educación financiera. El crowdlending tiene un nivel de riesgo moderado
Los perfiles de inversión no ni inamovibles ni absolutos porque, además de la tolerancia al riesgo, existen otros factores que deberemos valorar antes de decidirnos por un producto de inversión determinado. En primer lugar, es importante el momento personal que se está atravesando. No se configura de la misma manera una cartera con 30 años que con 60. La juventud admite un mayor nivel de riesgo porque se cuenta con varias décadas por delante para perfeccionar y corregir la inversión. Lo natural es que a medida que se va ganando en edad y en independencia financiera, se vaya moderando el perfil y priorizando la tranquilidad.
En la misma línea, conforme nuestra situación financiera sea más sólida, iremos admitiendo mayor volatilidad. Sin una fuente de ingresos recurrentes y un fondo para imprevistos, es mejor posponer nuestra entrada en la inversión y priorizar el ahorro. A este criterio se le suma el grado de educación financiera que vayamos adquiriendo. El catálogo de productos financieros disponibles es muy amplio. Aunque contemos con asesoramiento, es indispensable informarse bien y conocerlos al detalle con el fin de ir saber cuánto podemos ganar pero también cuánto podemos perder. Es por ello que a mayor cultura financiera, mayor complejidad podremos llegar a aceptar. Al final, la definición de unos objetivos de inversión realistas y claros combinados con un horizonte de inversión acorde, jugará a nuestro favor.
El perfil de inversor en crowdlending es moderado. Invertir en préstamos colectivos a través de plataformas de financiación participativa como CIVISLEND resulta similar a la renta fija, dado que el tipo de interés se conoce de antemano, pero no está exento de riesgo, puesto que la empresa que va a recibir los fondos puede no cumplir con los pagos a tiempo. Las plataformas realizan un exhaustivo estudio previo y solo dejan entrar en el marketplace proyectos viables que tienen detrás compañías con un alto nivel de solvencia. La banca guía al inversor comercializando productos financieros en base a un indicador del nivel de riesgo, puntuando con una escala numérica que va del uno al seis. CIVISLEND también asigna un rating de riesgo a sus proyectos para facilitar la toma de decisiones.