Si no se tiene experiencia previa, invertir puede dar algo de vértigo. Las Plataformas de Financiación Participativa son la herramienta perfecta para darle vida a esos ahorros que no están generando ningún tipo de beneficio, pero antes de lanzarse hay que tener en cuenta algunas nociones:
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Analizar lo que ofrece el mercado de inversión
Vehículos como los planes de pensiones o los depósitos se han convertido en simples ‘frigoríficos’, ya que su rentabilidad está prácticamente congelada. Por otro lado, se podría decir que los dos grandes productos financieros, los bonos y las acciones, se sitúan en los extremos del riesgo. Los más conservadores apostarán por los primeros, y los más aventureros por los segundos. Aquí es donde entra el crowdlending como alternativa.
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Definir un perfil de riesgo
La máxima que reza que a mayor más riesgo, mayor rentabilidad también se aplica en plataformas de crowdlending como Civislend, pero la escala de grises es amplia. Es posible prestar dinero a proyectos con un rating de solvencia moderado que ofrezcan una rentabilidad nada desdeñable. En cualquier caso, siempre se puede ir a lo seguro apostando por proyectos cuyo retorno esté prácticamente asegurado, o adoptar la postura contraria y lanzarse a financiar otros proyectos cuya capacidad de reembolso no resulte tan sólida.
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Escoger entre acreditado o no acreditado
La normativa diferencia entre dos tipos de inversores con el fin de proteger a los perfiles más vulnerables. De este modo, una persona que no esté acostumbrada a operar dentro del mundo financiero, quedará dentro del grupo de no acreditados. Entre otros mecanismos de control, estos tienen limitada su inversión a 3.000 euros por proyecto y a 10.000 euros anuales en el conjunto de Plataformas de Financiación Participativa. Estos límites no se aplican a los acreditados, que se supone que cuentan con sólidos conocimientos financieros y que, además, deben cumplir una serie de requisitos en función de si son persona jurídica o física.
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Recopilar toda la información posible
El marketplace de cualquier Plataforma de Financiación Participativa debe contener información extensa y verificada de todos los potenciales captadores de fondos. En el caso de Civislend, todos los proyectos publicados están definidos al detalle, no solo para que el inversor se percate de su viabilidad, sino para que también sepa a ciencia cierta quién está detrás del mismo. Cualquier duda debe preguntarse, ya que una vez despejada cualquier incertidumbre, uno se siente mucho más seguro de su decisión.
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Primero probar, después diversificar
El primer paso siempre es el más difícil. Si se ha propuesto ir con calma, lo mejor es fijar un porcentaje de ahorro pequeño y usarlo para contribuir a la financiación de dos o tres proyectos cuya calificación de riesgo sea mínima. Al año siguiente, si todo ha ido bien, quizá sea buen idea ampliar el capital y aumentar el número de proyectos, arriesgando algo más para obtener una rentabilidad más alta. Con el tiempo, la cartera estará diversificada y, aunque se tenga alguna pérdida, se obtendrán beneficios que equilibrarán la balanza, manteniendo una rentabilidad atractiva.