El crowdlending va tomando cada vez más protagonismo en España. La financiación colectiva basada en los préstamos de particulares a empresas se está articulando por medio del surgimiento de plataformas que sirven de nexo de unión entre inversores que quieren obtener un rendimiento extra por sus ahorros y pymes que no hallan la respuesta que necesitan cuando recurren a la banca tradicional. Las entidades son bastante restrictivas ante las demandas de financiación por parte de las pymes, lo que abona el terreno para la entrada en escena de las plataformas colectivas de inversión. Si estás pensando en apostar por los préstamos para rentabilizar parte de tus ahorros, estos consejos te ayudarán a escoger la plataforma de crowdlending más adecuada según tus intereses.
A la hora de escoger la plataforma de crowdlending que más te conviene, debes tener en cuenta varios aspectos. En realidad, lo más adecuado en operar en varias de ellas
- Comprueba que tenga licencia para operar. Es esencial verificar que la plataforma está autorizada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), dado que el simple respaldo de este organismo proporciona una gran seguridad y tranquilidad a los usuarios. Los requisitos para que una plataforma sea aceptada y cuente con el beneplácito de la CNMV son amplios y muy rígidos, por lo que contar con dicha autorización ya sugiere que la plataforma ha trabajado muy duro para poner en marcha su negocio y operar con todas las de la ley.
- Fíjate en la clase de proyectos que financia. Las plataformas dedicadas a poner en contacto inversores y empresas están muy diversificadas en lo que a producto se refiere, y son muchas las que proporcionan el servicio de ampliación de capital o pago de facturas. Pero la sectorización es inmensa. CIVISLEND, por ejemplo, está centrado en el sector inmobiliario, y en concreto, en la financiación de promociones de obra nueva a través de la compra de suelo en la mayoría de los casos. Aunque la rentabilidad de la vivienda haya bajado al 5,2% en 2020 según el Banco de España, lo cierto es que en una época de incertidumbre como la generada por la pandemia, el ladrillo sigue consolidando su posición como valor refugio.
- Pregunta por las posibles comisiones. Por norma general, las plataformas de crowdlending obtienen sus ingresos a través de los trabajos de asesoría, consultoría y análisis de riesgos realizados a las empresas con el fin de evaluar la sostenibilidad de sus cuentas y su solvencia de cara al pago de los intereses del préstamo. No obstante, como inversor debes informarte de las posibles comisiones que se te podrían aplicar en concepto de gestión. Dicha comisión puede ser variable y puntual por cada operación o fija y anual independientemente del dinero invertido o el número de operaciones realizadas. Así, CIVISLEND cobra una comisión de gestión anual del 1% sobre el importe prestado, por eso expresa la rentabilidad de sus proyectos como una TIN y un TAE.
- Investiga cuál es su respuesta ante un posible impago. Si bien es cierto que existe un trabajo para minimizar el riesgo muy concienzudo, existen imponderables incapaces de prever. Por eso, este es quizá el factor de más peso a la hora de decidir la plataforma en la que vas a confiar. Debes conocer de antemano la postura que tomará la plataforma frente a un posible retraso en el cobro de intereses o ante el temido y definitivo impago. En CIVISLEND existe un fondo de reserva depositado en la entidad de pago para que, en caso de retraso, los inversores cobren sus intereses. Ante un impago reiterado, se recurrirá a una empresa de recobros en la parte inicial y a la ejecución el activo financiero en última instancia.
- Consulta la información sobre rentabilidad y plazo. Cualquier activo financiado, incluido el préstamo, está sujeto a un riesgo, y cuanto mayor sea el mismo, mayor será la rentabilidad. El dilema que se plantea depende de tu perfil financiero. Si eres primerizo, tu talante es más conservador y no sabes gestionar bien el estrés, es mejor que apuestes por proyectos donde la morosidad está controlada y el plazo de la operación es razonable. Si ya acumulas cierta experiencia, tu estilo de inversión es más agresivo y tienes sangre fría ante la incertidumbre, es posible que quieras asumir más riesgo para maximizar el beneficio.
- Valora la trayectoria y experiencia de la plataforma. La antigüedad de la plataforma es un dato muy valioso. Aunque no hay que desdeñar las nuevas que van surgiendo, llevar operando varios años en el mercado siempre es un plus. Aunque el crowdlending es una negocio relativamente joven en España, es posible indaga sobre el pasado de las plataformas a través de, por ejemplo, sus redes sociales. Es muy habitual que esta clase de vehículos de inversión se haga eco en sus perfiles de los lanzamientos de nuevos proyectos y el anuncio de que los ha completado, captando los fondos necesarios en un tiempo determinado. Igualmente, en el marketplace suele estar disponible el historial de todos los proyectos.
- Examina el proceso de alta y la forma de operar. Registrarse como inversor en una plataforma de financiación participativa no debería dar ningún tipo de problema. De hecho, estas webs tratan de simplificar el proceso haciendo que la experiencia del usuario sea lo más breve posible. La misma filosofía impera cuando se trata de comenzar a invertir en préstamos. Las llamadas a la acción están vinculadas con la cuenta en la que están depositados los fondos para que todo se realice en poco pasos. Algunas plataformas ofrecen sistemas de automatización para invertir y reinvertir conforme a una serie de criterios, mientras que otras dejan en manos del usuario el control total de su inversión.
- Ten en cuenta la inversión inicial. Para animar al inversor, algunas plataformas imponen un mínimo para operar realmente bajo. Otras llevan un paso más allá sus métodos de captación regalando bonos. Este tipo de tácticas pueden resultar atractivas, sobre todo, para inversores primerizos que quieren probar antes de decidir si este sistema les conviene. Alcanzado cierto nivel, muchos inversores alimentan sus cuentas personales con aportaciones regulares, permaneciendo atentos a las oportunidades que surgen. En cualquier caso, conviene recordar que los inversores no acreditados tienen un techo de inversión de 3.000 euros por proyecto y de 10.000 euros anuales en el total de las plataformas de financiación participativa.
- Busca opiniones a favor y en contra. No hay nada como la experiencia de otros inversores para hacerse una idea de si una plataforma merece o no nuestra atención. En Internet encontraremos foros especializados en finanzas personales donde los participantes comparten sus puntos de vista sobre el universo crowdlending. El sentir general de la mayoría fue de cierta desconfianza al principio, pero a medida que las plataformas se han ido asentando, se ha podido comprobar su eficacia. Es bastante común hallar incluso rankings que valoran las plataformas conforme a criterios como rentabilidad, morosidad, etc.
- Ponte en contacto con el servicio de atención al cliente. Ante la mínima duda, lo mejor es preguntar. La mayoría de la plataformas de financiación participativa ponen a disposición de los inversores varios canales de comunicación con el fin de que cada uno escoja aquel con el que se sienta más cómodo: email, teléfono, chatbot, etc. Uno de los aspectos mejor valorados es que este servicio se preste en tu propio idioma. En plataformas extranjeras, esta opción no siempre está disponible. De hecho, la interfaz de algunas de ellas cuenta con una traducción que deja bastante que desear. Esto no significa que sea poco fiable, pero es un rasgo que tendrás que analizar.