Cualquier decisión que implique inmovilizar parte de nuestros recursos monetarios suscita cierto temor, sobre todo, cuando no se está familiarizado con el funcionamiento de determinados vehículos de inversión. El crowdlending inmobiliario ya no es un desconocido en España, pero todavía no ha perdido su carácter emergente para muchos inversores primerizos. Esta relativa juventud actúa como una barrera psicológica e invisible para aquellos que prefieren mercados más consolidados y maduros. En este post, te damos diez razones para perderle el miedo y convertirte en inversor de CIVISLEND.
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El crowdlending es menos volátil que otros mercados
Si lo comparamos con otros productos de inversión, los préstamos colectivos que trabajan las plataformas de financiación alternativa tienen la ventaja de la descorrelación. Ante determinados imprevistos económicos o sociales, no se ven tan afectados como, por ejemplo, las acciones bursátiles. El valor del activo, en el caso de CIVISLEND, el suelo para llevar a cabo la promoción de obra nueva, no se ve influenciado por acontecimientos como guerras comerciales o cambios de gobierno.
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El crowdlending genera una alta rentabilidad
Comparando el crowdlending con otros métodos para optimizar el ahorro de corte más convencional, es evidente que el rédito financiero que genera es mucho más alto que el de otros productos de renta fija como los depósitos o la deuda pública. Desde su lanzamiento, CIVISLEND ha ofrecido una rentabilidad media del 7,56% TAE.
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El crowdlending es una fuente de ingresos pasivos
Lograr la independencia financiera y que el trabajo sea algo voluntario y no obligatorio es posible si nos marcamos unos objetivos de inversión a largo plazo. El crowdlending debe ser un complemento tenido en cuenta dentro de nuestra estrategia de diversificación, ya que genera un flujo de dinero entrante por el que ya han apostado un gran número de inversores.
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El crowdlending no exige grandes aportaciones de capital
Hay metodologías de inversión que parten de un capital elevado, lo que suscita los recelos del inversor, sobre todo, de los menos experimentados. La necesaria existencia de un gestor o intermediario encarece el proceso. Con el crowdlending, el inversor gana en autonomía. En CIVISLEND la inversión inicial es cualquier proyecto es de 250 euros.
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El proceso para invertir en crowdlending es muy sencillo
Darse de alta como inversor en CIVISLEND o en cualquier otra plataforma de financiación participativa es realmente fácil. Apenas se tardan cinco minutos en registrarse y en completar la información mínima requerida tanto por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como por la plataforma de pagos con la que se trabaje.
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Las plataformas de crowdlending son transparentes
Cualquier proyecto inmobiliario publicado en el marketplace de CIVISLEND expone toda la información con el fin de que el inversor tome una decisión fundamentada en datos objetivos. Además, la herramienta de scoring que emplea CIVISLEND ha sido desarrollada por el propio equipo y cuenta con la aprobación del Banco de España.
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Los proyectos de crowdlending son viables
Los primeros interesados en ofrecer contenidos de calidad son las propias plataformas de financiación participativa, y CIVISLEND no es una excepción. Antes de formar parte del marketplace, se realiza un análisis exhaustivo con el fin de presentar al inversor proyectos viables y con altas probabilidades de éxito.
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El crowdlending tiene un riesgo moderado
Toda inversión lleva implícito un riesgo, incluso la más conservadora. Ninguna plataforma de crowdlending asegurará de forma rotunda al inversor que es imposible que un préstamo incurra en retrasos o, directamente, en un impago. Mecanismos como añadir al análisis de la oportunidad de inversión un rating permite conocer el grado de ese riesgo.
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El crowdlending aporta garantías al inversor
Préstamos que ofrecen buyback, mercado secundario para obtener liquidez inmediata, pignoración de activos como garantía real… Estos y otros métodos de intervención son armas eficaces que las plataformas dedicadas a la captación de fondos para financiar empresas o particulares ponen a disposición del inversor, siendo aplicadas en caso de que la morosidad haga acto de presencia.
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El crowdlending tiene un gran potencial
Los préstamos participativos son un modelo de financiación alternativa con unas expectativas de crecimiento inmejorables. Fuera de nuestras fronteras, en países como Estados Unidos, es una fórmula habitual que cuenta con gran arraigo. En este sentido, la ECSP (European Crowdfunding Service Providers for Business) es un reglamento que permitirá a las plataformas tener un marco común de actuación y operar sin cortapisas en todo el territorio europeo.