La tecnología empleada dentro del sector inmobiliario es la base del ADN de las empresas denominadas proptech, que aúnan los últimos desarrollos en ciencia aplicada a cualquier tipo de actividad relacionada con el ladrillo. Las proptech cada vez gozan de una mayor aceptación social, estando plenamente asimiladas en nuestro día a día. Su planteamiento disruptivo, basado en la innovación, está introduciendo cambios en el modo en el que compramos, alquilamos, vendemos o, incluso, financiamos una casa.

proptech

Actualmente, cohabitan compañías de larga trayectoria que aceptan el reto y desarrollan nuevas herramientas con startups que desde su creación abrazan estas soluciones tecnológicas. Aunque el ecosistema proptech es muy fructífero, lo cierto es que esta sinergia entre el plano digital y el inmobiliario evoluciona de forma progresiva. En este sentido, la pandemia ha sido definitiva para su expansión, dado que el confinamiento obligó a operar dentro de un entorno plenamente online, siendo el cliente el principal demandante de soluciones. Este contexto ha obligado al profesional a darlo todo para tener éxito.

Las proptech han sido bien recibidas por el usuario final porque le permiten acceder cómodamente y con transparencia a servicios que antes resultaban lentos y poco atractivos. La flexibilidad de estas empresas gana adeptos

  1. Seguir los pasos de la experiencia americana

Al universo proptech español le ha abonado el terreno EE.UU., país donde surgió este término. Según el informe PropTech Global Trends 2020, realizado por ESCP Business School, este tipo de empresas están presentes en 64 países en todo el mundo. Desde que se fundó la primera de ellas en 1976 en EE.UU., este país domina esta industria, puesto que acumula el 60% de las mismas en su territorio. De este modo, de las 1.724 proptech que cifra este barómetro, 990 estarían en EE.UU. Las siguientes zonas en importancia son Europa Occidental e India. Si tuvieran en cuenta las diez proptech más relevantes del mundo, tres serían americanas, cinco chinas, una británica y otra india. Además, las dos más grandes del mundo son americanas: We Company y Airbnb.

  1. Apostar por los negocios de micronicho

La especialización de las proptech es amplísima, ya que existen soluciones para todos los gustos. Desde las visitas virtuales o las hipotecas online a la aplicación de tecnología de vanguardia en las zonas comunes de los edificios, pasando por servicios de gestión para arrendadores y arrendatarios o el crowdlending inmobiliario, donde CIVISLEND es pionero. Lo esencial es que cualquier usuario sea capaz de encontrar las respuestas que necesite sin dar demasiadas vueltas. Según el mapa de Finnovating, el negocio más voluminoso es el de los marketplaces. Después estaría big data e investment. Otros sectores importantes son property management, financing, marketing, visual startups, peer to peer, contech, smart home y software.

  1. Facilitar que cualquier operación se haga desde el móvil

La movilidad está plenamente consolidada, y la penetración del smartphone en nuestro país es la mejor prueba de ello. La tasa de penetración móvil en España ronda el 96-97% de la población, lo que afecta a 32,6 millones de usuarios acostumbrados a usar estos dispositivos en sus rutinas diarias. La gran mayoría de las proptech tienen a este dispositivo y al entorno online como pilares, lo que evita desplazamientos e impulsa la sostenibilidad. El ahorro de tiempo y molestias teniendo como base de operaciones Internet es fundamental, y lo será aún más en el futuro, cuando los nativos digitales releven a las generaciones previas al soporte digital.

  1. Tener siempre la sencillez y la transparencia como máximas

A la desconfianza se la combate con transparencia e información, y eso es algo que en España, después de vivir una crisis inmobiliaria y una crisis sanitaria, se tiene muy claro. El hecho de que las proptech huyan del oscurantismo y expliquen punto por punto su funcionamiento, sin letra pequeña y sin esconder los riesgos, es un aspecto que el ciudadano valora especialmente porque la confianza debe ser un pilar esencial. En este sentido, CIVISLEND cuenta con un apartado de preguntas frecuentes, además de varios canales de comunicación para resolver cualquier duda de forma casi instantánea.

  1. Asumir que el cliente es el rey

El usuario está en el centro de cualquier proptech. La vocación de servicio es una ventaja de este tipo de negocios. De este modo, se elimina la rigidez que suele caracterizar a la empresa tradicional y se proponen respuestas a medida, adaptando el producto a unas necesidades concretas, lo que multiplica su eficacia. La orientación al cliente es, además, un elemento igualador, que fomenta la cercanía y democratiza el acceso a esta clase de soluciones. Este hecho es especialmente notable dentro del sector residencial, donde las proptech están claramente enfocadas al consumidor final, teniendo un 23% de ellas un modelo B2C, según CBRE.

  1. Proporcionar resultados rápidos

El ritmo al que nos movemos es vertiginoso, y las proptech han sabido pisar el acelerador para ajustarse a la velocidad de la sociedad de hoy. En este sentido, uno de los rasgos definitorios de la mayoría de estas empresas son los reducidos plazos en los que vemos cumplidos los objetivos a los que se comprometen cuando recurrimos a ellas. Precisamente, las tecnologías que posibilitan el éxito de estos procesos son la inteligencia artificial, el machine learning, el big data y el IoT.

  1. Ofrecer soluciones a costes reducidos

Por último, pero no menos importante, el hecho de que las empresas inmobiliarias abandonen poco a poco las infraestructuras físicas y pongan la mirada en el entorno virtual, redunda en un ahorro de costes que afecta de forma positiva al cliente final, dado que los honorarios son más reducidos y los productos mucho más asequibles. La transformación digital se ha convertido en el reto más importante para la supervivencia del tejido empresarial español, invirtiendo en una estrategia que permita aprovecharse de esta oportunidad, dando relevancia a aspectos como el análisis de datos, la ciberseguridad o la formación de los trabajadores. En cualquier caso, tendremos que esperar a que este universo se vaya asentando, puesto que el 80% de las startups europeas tiene menos de 5 años, lo que confirma el fuerte crecimiento del sector en los últimos años, según CBRE.