La fuerte contracción del crédito vivida en España hace ya una década parece algo del pasado. Con el estallido de la crisis sanitaria se volvió a vivir una situación con respecto a la financiación a empresas algo delicada, si bien las ayudas del Gobierno trataron de paliar las dificultades económicas con las que se encontraron muchos profesionales. A día de hoy los bancos son los responsables de financiar a las empresas en un porcentaje muy superior a las fuentes de financiación alternativa, un mecanismo que cobra fuerza y va ganando terreno, ya que la concentración en manos de las entidades tradicionales pondrían en serios problemas al tejido empresarial español ante un nuevo colapso del sistema financiero.
Se habla mucho de los peligros que acechan al inversor en crowdlending, pero se pasa por alto el riesgo que supone que la financiación esté tan aglutinada en la banca tradicional. Las plataformas de préstamos colaborativos dan la posibilidad a las pymes de diversificar su financiación con el fin de no depender tanto de los grandes acreedores. Es importante que los profesionales conozcan las ventajas que ofrecen estas plataformas: procesos ágiles, reducción de costes, transparencia operativa, etc. No se trata de dejar de lado al banco, sino de anticiparse a las incertidumbres del futuro.
El crowdlending gana terreno como fuente de financiación alternativa para las empresas, aunque las criterios de concesión de préstamos han relajado su endurecimiento a partir del segundo semestre de 2021
Según la Encuesta de Préstamos Bancarios (EPB), en el segundo trimestre de 2021, los criterios de concesión de préstamos se habrían mantenido sin cambios en todas las modalidades. Esta evolución se produce después del endurecimiento que se había venido observando en los trimestres anteriores, vinculado con la mayor preocupación de las entidades financieras por los riesgos a raíz de la crisis del COVID19. Este cambio de tendencia es seguramente un reflejo de la mejoría de las perspectivas macroeconómicas, que habría interrumpido la pauta de deterioro en la percepción de riesgos de las entidades financieras, tal y como asegura el Banco de España.
En cualquier caso, las empresas españolas son cada vez más permeables a la irrupción de la financiación alternativa. Afortunadamente, van asimilando el crowdlending como una oportunidad para reducir la fuerte dependencia que tienen ante la banca tradicional. Gracias a la proliferación de plataformas de financiación participativa (PFP) y a la acumulación de casos de éxito, se va superando el tópico de calificar a estas fintech como el último recurso ante una situación de apuro.
El acceso al crédito está muy concentrado. Es esencial que el tejido empresarial español diversifique sus fuentes de financiación con el que fin de estar más protegido ante los vaivenes del mercado financiero tradicional
Diversificar las fuentes de financiación debe ser una tarea capital para las sociedades. El Banco de España segura en sus proyecciones macroeconómicas que las condiciones de financiación de las empresas continuarán siendo favorables, en un contexto en el que se espera que la política monetaria del Banco Central Europeo conserve un tono muy expansivo, tras la reciente revisión de su marco estratégico y las nuevas directrices establecidas acerca de la trayectoria futura de los tipos de interés y de la duración de los programas de compra de activos.
No obstante, resulta fundamental mirar hacia otros acreedores. Tras la crisis de 2008, desaparecieron varias cajas, dando comienzo a un proceso de concentración bancaria que no ayuda a pluralizar el origen de los fondos a los que recurren las pymes. Las previsiones siguen ahondando en la consolidación del sector, con fusiones y alianzas estratégicas. El propio Banco Central Europeo estima que todavía hay demasiados bancos en el mercado, argumentando que solo hay negocio para cuatro o cinco entidades en España y aplaudiendo las fusiones de los bancos como medida para paliar la baja rentabilidad. Además, el coronavirus ha supuesto un barrido de oficinas físicas en favor de la digitalización.
Las plataformas de financiación participativa son el aliado de las empresas españolas. En un entorno que tiene la digitalización como máxima, estos instrumentos basados en la innovación cumplen un papel de gran relevancia
Es innegable que el crédito se concede actualmente de una forma más eficiente porque no se quieren correr los riesgos del pasado, vigilando el historial crediticio y realizando un estudio muy minucioso. Sin embargo, en algunos casos, la calidad exigida a las empresas que necesitan ampliar su crédito es tan alta que se estrangulan sus posibilidades de crecimiento. Este vacío debe ser llenado por los préstamos peer to peer (P2P) y peer to business (P2B). La diferencia está en que, en vez de acudir a un gran acreedor, se accede a varios inversores que conceden el préstamo de forma colectiva y, al igual que el banco, obtienen un interés por los fondos prestados.
El crowdlending no tiene como objetivo sustituir la financiación bancaria, sino complementarla. De hecho, la mayoría de los proyectos que entran a formar parte de los marketplaces de las plataformas tienen detrás a compañías que ya tienen una línea de financiación abierta con uno o varios bancos, o incluso, que aportan recursos propios en un porcentaje muy amplio, lo que hace que el loan to value de la operación se reduzca sustancialmente. Hablamos de empresas que tienen una trayectoria comprobable, que facturan y dan beneficios, pero que necesitan más agilidad en la tramitación de sus peticiones de financiación, además de una operativa menos complicada.
La banca tradicional, que al principio mostró su oposición en bloque al crowdlending, ha sido testigo de la regularización de las plataformas. Han comprobado que se trata de un negocio con intención de echar raíces y que puede servirles de aliado en su carrera hacia la digitalización. Las entidades deben hacer una apuesta seria por la innovación, por eso van surgiendo acuerdos e incluso compras. Los bancos no quieren perder la batalla del futuro, quieren estar preparados y saben que dentro de las plataformas hay mucho talento, por eso incluso la banca de inversión comienza a recomendar a sus cliente la inversión en activos crowd como una forma de diversificar su cartera y obtener ingresos pasivos.
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